lunes, 9 de junio de 2008

Nada que declarar.


¿Maleta? limpia. ¿Mochila? limpia. Nada que declarar. Paso directo. Nada que explicar, nada que demostrarle a nadie. Sólo pasar e iniciar mi recorrido a la llegada de este viaje. No conozco la ciudad, me prestaron un mapa. No puedo estar perdida, pues no sé dónde estoy. Pero estoy feliz de estar aquí, tan lejos de donde andaba con los documentos en la mano. Documentos que nadie pidió por que a nadie le interesaban, pues, nunca hubo algo que declarar.

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