Ajuste de plano de relajación

Ajuste-de-plano-de-relajación. Tomar aquello que tenías guardado y sucio en un cajón. Sacarlo, meterlo a la cartera, llevarlo a un lugar sanitizado para que alguien más lo arregle. Antes de irte, te preguntan si te queda bien. Tu crees que sí. Tu dices que sí. ¿Qué más vas a decir? realmente no sabes cómo es que funciona.

Tendrás que esperar a la noche.

A la soledad de tu cama.

Yo duermo sola, pero si durmiera con alguien, me sentiría sola.

Por que solo yo, y nadie más que yo logrará decidir si le ajusta el plano de relajación.

No hay expertos.

No hay amigos.

No hay amantes.

No hay tarots.

No hay señales.

No hay sensaciones.

No hay nada.

Que pueda decirme qué es lo que necesito.

O cómo lo tengo que hacer.

Sé que tengo que ajustar mi plano de relajación. Lo postergué muchos meses. Mis dientes están un poco estriados. Me duelen las articulaciones de la mandíbula. Los oídos. La cabeza, el cuello, y la espalda. ¿Les dije que tenía bruxismo?

Jaquecas. Simples bostezos que terminan en una angustiante y ridícula mueca de mi misma con la boca abierta como puerta de estadio sin poderla cerrar. (Mandíbula trabada) Todo por el maldito estrés. "Tómese un Reflexan". Pésima idea. No pude despertar al día siguiente.

Digo maldito estrés, por que no lo siento. Sí, claro que hay días que no me quiero levantar. Y sí, hay noches en que no puedo dormir. Y claro, hay momentos en que quiero mandar todo al carajo. Y sí hay momentos de duda frustración angustia taquicardia. ¿Pero quién no?. Me rehúso terminantemente a caer en esta tontera del siglo de que todos estamos deprimidos y bajoneados y suicidas y blah blah blah. Me molesta que mis dientes decidan quejarse en las noches cuando no puedo escucharlos, y se apreten y se cierren en una protesta de mi apertura de mente que me hizo tanto daño y en la apertura de mi corazón que me expone cada día. Y la apertura de mis brazos para quien necesite un abrazo. Y la apertura de mis labios para hablar demasiado. En protesta contra mis oidos y mis ojos que no quieren abrirse a realidades demasiado incómodas y a verdades demasiado dolorosas. O que simplemente no se abren a una realidad ajena que me haga ajustar los planos de mi propia realidad.

Volvamos a nuestros orígenes y reajustemos nuestros planos de relajación. En el plano académico.

En el plano laboral.

En el plano familiar.

En el plano amistoso.

En el plano amoroso.

En el plano de tiempo libre.

No en ese orden.

En el que quieras.

Ajusta tus planos.

Por favor.