El siglo XXI valora la transparencia y es justamente la Comunicación Estratégica la que posiciona la imagen de las marcas en el público.
Pero ninguna empresa va a ser absolutamente transparente porque sabe de la necesidad de obviar los elementos negativos que pueden afectar su imagen y la percepción de la opinión pública.
La labor del comunicador estratégico se opone muchas veces a la del comunicador corporativo; el primero insiste en las proyecciones de la institución mientras el segundo está enfocado a resolver las emergencias que atentan a su corporalidad. Ambas son necesarias en una institución y deben complementarse para generar la imagen deseada; por un lado, siendo lo que quieren proyectar y por otro, no proyectando, por error o por descuido, aquello que no son.
sábado, 5 de julio de 2008
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3 comentarios:
las dos cosas...y preñada
botada a la orilla de un camino...
como nos les servia màs la botan...
"comunicación estratégica"
mentiras al gusto del consumidor...
uno siempre refleja lo que lleva por dentro. asi que eso de que "no te logren percibir como realmente eres" no me hace mucho sentido.
me hace más sentido: que frustante que no pueda salir a flote mi esencia para que me perciban como realmente soy.
creo yo, humirrrrrrrdemente ja
no deja de ser ...como diría un amigo...
cuidate
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