miércoles, 28 de mayo de 2008

Entender

Unos fuman. Otros toman. Otros fuman pito otros se enajenan bailando o haciendo deporte o jugando a las cartas o teniendo sexo con medio Chile. A nadie lo critican por eso. ¿ Por qué yo no puedo ordenar? ¿Por qué nadie entiende que la armonía externa ayuda?. No, soy loca, soy maniática. soy obsesiva, soy histérica, soy rara... por qué esa presión por desordenarme por descuadrarme. Ok, quizá debería hacerlo. Pero es simplemente un ardid de supervivencia.
Y aquellos que me entienden están tan lejos... y yo a veces me alejo de mí misma y me entiendo cada día menos. Esa maldita necesidad de entender... para qué.. para qué sirve realmente entender si apenas entendemos nos cambian las reglas del juego. Me rehúso me rehúso a tener deseos de entender... pero los sigo teniendo. Estoy cansada, y no entiendo por qué.

domingo, 11 de mayo de 2008

Una cuestión de piel


La piel es el mayor órgano de nuestro cuerpo. Y también el más importante. Nos protege frente al medio ambiente, de bacterias e infecciones. Regula nuestra temperatura. Permite sentir y con ello alejarnos del peligro. Si algo está muy caliente, es nuestra piel la que evita que nos quememos. Las emociones las muestra nuestra piel. El rubor de la vergüenza y la palidez del miedo. Los músculos de los folículos capilares se contraen, y se paran los pelos de miedo, de emoción. El estrés provoca seborrea, alopecia, rosácea, acné, alergias, irritaciones, urticarias, rojeces. Existen 6 fenotipos de piel. El colorín, el blanco, el mate, el moreno, el mulato y la raza negra. Los tres primeros se pueden morir de cáncer a la piel. Los otros no. Lo que comemos; dirá si nuestra piel está elástica, joven, brillante u opaca. El sol que tomamos, por ende, cuánto exponemos nuestra piel, cuánto de nuestro cuerpo mostramos, dirá cuán bronceada - o sea enferma- está nuestra piel. Hace un siglo, la belleza era pálida. Y lo que sentimos, lo muestra nuestra piel.
Despiertos, todo lo muestra nuestra piel, excepto nuestros ojos.
Cuando dormimos, sólo queda la piel.
Y la piel también puede doler. Por que el cerebro al formarse lo hace de la piel. Y lo que sentimos está en la piel. Y no tengo frío ni calor. No hay sol.
Me duele la piel. Y todo lo que hay abajo, todo lo que tengo atrapado, como dice Frank Sinatra, bajo la piel. Protegido de toda infección a menos que haya heridas. Así que, a cuidárselas, para que no se abran. Para que no se infecte aquello, tan importante, tan lindo, tan maravilloso, que quedó para siempre bajo mi piel.
Por dos meses, sola, me dolía la piel por la falta de piel.
Hoy, me duele la piel, por lo que hay abajo y quiere escapar, por lo que hay afuera y no es parte de mi piel.

viernes, 9 de mayo de 2008

Seguir


Seguir. Continuar. Avanzar. Ir hacia adelante. Subir. Crecer. Superarse. Sanarse. Lo que no te mata te hace más fuerte. El que te hace más fuerte ¿Es más fuerte que tú?´. Lo que te mata ¿es más fuerte que tú?. ¿Es posible hacerse más fuerte y morir de todos modos?. ¿Qué es ser fuerte? ¿Es ser un roble y finalmente caer?. ¿O es ser un sauce y adaptarse?. Adaptarse ¿responde a una debilidad finalmente?. No sé si soy fuerte. A veces creo que sí. A veces creo que no. Por lo menos, creo que aún no he muerto. Y no me pienso morir. Y vivo cada vez más.

jueves, 8 de mayo de 2008

En el nombre del blog.


Siempre Camila es una fantasía derivada del intento de perpetuar aquellas cosas que amamos. Me amo a mí misma como ordena la naturaleza y hay varios que me quieren con distintas clases de amor. Para algunos idealmente yo debería existir para siempre y la verdad es que la idea no me molesta en lo absoluto. Para mí, muchas cosas deberían existir para siempre. Para el mundo, el agua, el aire y la tierra deberían existir para siempre. Pero hasta la roca más dura se transforma, algún día, en arena. No existe el para siempre, si no la continua y perpetua transformación.